Autora: Dolores Gil. Editorial: Vinilo.

Un domingo de septiembre la enredadera de su casa familiar se prendió fuego, y lo que podría haber sido un pequeño accidente doméstico escaló a una tragedia terrible. Empezó así, para ella, el laberinto del duelo, del que saldría más de treinta años después, con un hijo y con la escritura de este relato. Parte de la felicidad es el primer libro de Dolores Gil, un libro único e inolvidable, que es el testimonio de una experiencia personal, pero también el nacimiento de una escritora. En pocas páginas logra trazar el arco que va de la pérdida a la reparación, con una prosa al mismo tiempo brutal y sofisticada, y hace de todos lo que antes era una herida privada.

«Edgar Allan Poe creía que sería inolvidable un libro que se llamara Mi corazón al desnudo, en el que el autor fuera fiel a ese título. Sin embargo, pensaba que nunca nadie podría escribirlo, porque al apoyar la pluma, el papel se prendería fuego. Parte de la felicidad hace creer que aquel libro imaginado por Poe, aunque con otro título, al fin pudo ser escrito por Dolores Gil». Aníbal Jarkowski

parte de la felicidad

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Autora: Dolores Gil. Editorial: Vinilo.

Un domingo de septiembre la enredadera de su casa familiar se prendió fuego, y lo que podría haber sido un pequeño accidente doméstico escaló a una tragedia terrible. Empezó así, para ella, el laberinto del duelo, del que saldría más de treinta años después, con un hijo y con la escritura de este relato. Parte de la felicidad es el primer libro de Dolores Gil, un libro único e inolvidable, que es el testimonio de una experiencia personal, pero también el nacimiento de una escritora. En pocas páginas logra trazar el arco que va de la pérdida a la reparación, con una prosa al mismo tiempo brutal y sofisticada, y hace de todos lo que antes era una herida privada.

«Edgar Allan Poe creía que sería inolvidable un libro que se llamara Mi corazón al desnudo, en el que el autor fuera fiel a ese título. Sin embargo, pensaba que nunca nadie podría escribirlo, porque al apoyar la pluma, el papel se prendería fuego. Parte de la felicidad hace creer que aquel libro imaginado por Poe, aunque con otro título, al fin pudo ser escrito por Dolores Gil». Aníbal Jarkowski