Autor: Jorge Di Paola. Editorial: Fondo de Cultura Económica.

Minga! es una novela romántica, la novela del amor inconstante, una elegía al canto seductor de las sirenas y un relato sobre la fascinación de las mujeres. El que intercede en esos idilios, el tercero en esta trama de equívocos y pasiones rápidas, es el que narra la historia, que está siempre presente aunque es invisible.

Si el arte narrativo consiste en vincular una historia a un narrador, esta novela es un ejemplo magistral de ese vínculo. En Minga! la conexión está tematizada y abarca las actitudes posibles que puede adoptar un narrador frente a una intriga. Aquí, el novelista analiza, razona, delira, se asombra, intercede, se asusta, y una de las magias del libro reside en sus comentarios, sus deslices y sus cambios de registro.

En Minga! la escritura –o el estilo si se prefiere– es una condensación tan clara del estado de gracia y de la destreza narrativa de su autor que al leerla nos convencemos de que una novela tendría que ser siempre así: rápida, divertida, inventiva, lúcida, luminosa.»

Del prólogo de Ricardo Piglia

Minga!

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Autor: Jorge Di Paola. Editorial: Fondo de Cultura Económica.

Minga! es una novela romántica, la novela del amor inconstante, una elegía al canto seductor de las sirenas y un relato sobre la fascinación de las mujeres. El que intercede en esos idilios, el tercero en esta trama de equívocos y pasiones rápidas, es el que narra la historia, que está siempre presente aunque es invisible.

Si el arte narrativo consiste en vincular una historia a un narrador, esta novela es un ejemplo magistral de ese vínculo. En Minga! la conexión está tematizada y abarca las actitudes posibles que puede adoptar un narrador frente a una intriga. Aquí, el novelista analiza, razona, delira, se asombra, intercede, se asusta, y una de las magias del libro reside en sus comentarios, sus deslices y sus cambios de registro.

En Minga! la escritura –o el estilo si se prefiere– es una condensación tan clara del estado de gracia y de la destreza narrativa de su autor que al leerla nos convencemos de que una novela tendría que ser siempre así: rápida, divertida, inventiva, lúcida, luminosa.»

Del prólogo de Ricardo Piglia